La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha notificado una previsión de seis toneladas de cannabis, una cantidad que multiplica por diez los 600 kilos de 2021. En su mayoría es para la exportación y para uso terapéutico.
La noticia, que se ha conocido hace unos días, encierra una contradicción. Si bien se han duplicado las licencias para cultivar cannabis con fines de investigación o producción medicinal, aun no se ha aprobado la regularización del uso medicinal de la marihuana.
Otros países como Canadá, Israel, EEUU y varios otros pertenecientes a la UE ya han legalizado el uso medicinal y terapéutico del cannabis. En el mes de mayo, representantes de esos países van a comentar estos casos en la subcomisión del Congreso de Diputados que tratará el tema.
Según la Agencia Española de Medicamentos, en 2022 se utilizarán 1.500 kilos de cannabis para producir los medicamentos Sativex y Epidiolex, que sí están legalizados para la utilización de cannabis. El primero se utiliza en pacientes con esclerosis múltiple y para tratar los síntomas de espasticidad.
La mayor parte de las estimaciones de producción de cannabis en España se concentran, en cambio, en la producción de extractos para la exportación. Esta abarca el 66% del total de la producción nacional.
En total, España se sitúa entre los principales productores del mundo, detrás de Australia, Canadá, Colombia, Ecuador, Alemania, Irlanda, Israel, Perú, Portugal, Gran Bretaña y Uruguay. Pero es el primer productor entre los que no tienen aun regularizado el consumo de uso terapéutico.
¿Regularización del cannabis para uso medicinal en España?
En nuestro país, el 90% de la población apoya que se legalice la marihuana con fines terapéuticos, de acuerdo a la última consulta del CIS. En todo el mundo, más de 70 países ya lo han regularizado.
El profesor Joan Carles March explica que hay un retraso importante en esta área. “Vamos tarde. Es imprescindible avanzar. El cannabis tiene propiedades antiinflamatorias, es un relajante muscular, ayuda con las náuseas y vómitos, es eficaz con el dolor crónico y, sobre todo, con los efectos secundarios de la quimioterapia”, explica.
Por su parte, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF) ha propuesto una prueba en farmacias para evaluar el uso del cannabis para fines terapéuticos, siguiendo el ejemplo de Francia.
La subcomisión del Congreso que analiza los usos terapéuticos del cannabis tiene hasta el próximo 20 de mayo para elevar su informe con conclusiones para remitirse al gobierno. El país podría avanzar así en una regulación que traería enormes beneficios para miles de personas.